Somos de los que opinamos que la organización y planificación de un viaje fotográfico implica algo más de trabajo que cuando se trata de un viaje normal, pues a todos los aspectos propios del mismo (desplazamiento, alojamiento, manutención, transporte...), resulta necesario sumar los propios que conlleva nuestra afición: el transporte y cuidado de nuestro material fotográfico, la búsqueda de información y la preparación exhaustivas de las localizaciones, estudio de horas de salida y puesta de sol, cálculo de mareas,... Además, muchas veces, el verdadero objetivo del viaje será distinto: intentar traernos la tarjeta bien llena de los mejores momentos en esas localizaciones que hayamos elegido. Casi con toda seguridad que todos los aspectos que planifiquemos girarán en torno a la fotografía y a intentar transmitir con ellas nuestras emociones, que será lo que dará sentido a nuestro viaje.
Podéis visualizar únicamente las páginas correspondientes al artículo haciendo click en la imagen que sigue:
También, si deseáis tener acceso a la revista que contiene el artículo completo, lo podéis hacer clicando sobre la portada de la revista La Mirada de los Fotógrafos, número 4, en las páginas 132-159: